Cuantas veces te has hecho esta pregunta? y, cuántas veces has terminado comprando chacharas inútiles?
Hasta al más meticuloso le ha pasado que ha comprado una porquería que termina usando una sola vez...
No soy comunista, para que nadie joda con que estoy en contra del poder adquisitivo, estoy en contra de que alguien que no sabe que hacer con su lana joda con insistir en que haga uno lo mismo: comprar comprar comprar inútilmente para despues desecharlo vilmente. Muchas de las veces esto obedece a que es lo socialmente aceptado por moda y genera un status social admirable y venerable.
No ahondare mucho en que si la sociedad, las modas y demàs atrocidades que nunca dejaràn de ser tema de charla de muchos, sino en el efecto que tiene esto directamente sobre los individuos.Cómo es que se vuelven zombies de los ardids publicitarios y adictos a la sodomización del ser aceptado gracias a un cierto bien material. Sin reconocerlo como tal a nivel masivo sino cientìfico, es una enfermedad, una adicciòn y un sìndrome de falta de voluntad y perspicacia.
Cuando te va mas o menos bien y tu economía comienza a holgarse de alguna manera, sufres de un shock infernal por comprar las cosas que siempre quisiste y por alguna razón no pudiste tener, pero, una vez que ya compraste aquello que querias te topas con la sentencia de que hacer ahora con el demàs capital porque ya experimentaste el placer del poder de compra, algo que sin duda a las mujeres vuelve más locas que de costumbre. Y no es cuestión misógina, pero a ese sector si lo manipula ese placer derivado de la vanidad. A un hombre, el placer de compra lo merma el propio placer del poder: un hombre compra un artìculo de cierta índole para sentirse vigoroso, lleno de poder y jugar el papel del macho dominante. Al fin y al cabo no dejamos de ser animales. Pero el punto es que todo ello deriva en una insaciable sed de adquisicòn y pertenencias de niveles inverosímiles.
Puede que no hagas ejercicio, pero si puedes comprar los mejores zapatos deportivos. Puede que sea un vestido para una noche, pero definitivamente ese instante no vuelve a repetirse (ajà pues, los mismos antros, los mismos cuates, o en su defecto el paso siguiente es un divorcio).
Como sea, cada quien encuentra el pretexto que mejor le acomode pero sobre todo, se satisface el sentimiento y la sensaciòn de sentirse importante al pagar en caja y oir: "Encontro todo lo que buscaba?" y en sus adentros cuestionar "Ahora... que voy a comprar?"
1 comentario:
De ahora en adelante, cuando atienda a la venerable señora en la caja del WalMart, le diré.. "Encontró todo lo que merece?" seguramente venderé mas, y me haré el campeón de los cajeros, lo que me permitirá comprar ese iPod Touch que vi en electrónica, y que harà que pueda ver por encima del hombro a los cerillos viejitos o viejitos cerillos....SIII!!!
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